Del laboratorio al césped, Carlos Lago Peñas es uno de los grandes investigadores que se encarga de dar explicación y respuesta a lo que ocurre en campo de fútbol. Sus trabajos y libros de gran impacto, han ayudado a todo tipo de entrenadores y preparadores, desde el fútbol base hasta el rendimiento. En esta entrevista, Carlos, nos da su visión del deporte rey.
Empecemos por el principio, ¿Quién es Carlos Lago y cómo empezó tu relación con el fútbol y su preparación física?
Soy un profesor de educación física que ahora mismo está haciendo su actividad profesional en la Universidad. Y que tiene como objetivo es ayudar a mejorar la práctica en el césped desde la investigación.
Desde tu labor como investigador en la Universidad ¿cómo crees que ha evolucionado el fútbol en los últimos 20 años y que papel tiene la ciencia y la investigación en este sentido?
Cada vez se juegan más partidos, el tiempo de descanso entre ellos es cada vez más reducido y el juego es más intenso. Creo que sin la contribución de la investigación y la ciencia, esta evolución no hubiese sido posible. Un dato a tener en cuenta. Pelé, Cruyff o Maradona se retiraron del fútbol de elite con 34, 31 y 33 años, respectivamente. Disputaron en su carrera deportiva 612, 556 y 589 partidos. Cristiano Ronaldo cumplirá esta temporada 36 años y Messi 34. El portugués ya ha jugado más de 1000 partidos y el argentino se mueve en las mismas cifras. Cada vez la preparación de los jugadores es mejor y eso está permitiendo jugar más partidos, con menos descanso y durante más años. Creo que la ciencia tiene mucho que ver con todo esto. El fútbol es cada vez más atractivo.
¿Hacía donde crees que va a tender el fútbol en el futuro?
El fútbol se jugará en el futuro con más velocidad, de forma más intensa y con más exigencia técnico-táctica. Sabemos, por ejemplo, que desde 1966 a 2004, en las finales de la Copa del Mundo, se ha producido un incremento en el número de pases por minuto del 35% (de 11 a 15 pases por minuto) y en la velocidad de movimiento del balón del 15% (de 8,0 m/s a 9,2 m/s). Si asumimos una evolución similar en el futuro, hasta 2025 la velocidad del juego se incrementará aproximadamente en un 5% en 2025 y un 7% en 2030. El número de pases por minuto llegará a 16.
En lo que respecta a la evolución del rendimiento físico de los jugadores, los datos actuales invitan a pensar que en el futuro los esfuerzos de máxima intensidad con y sin el balón serán cada vez más importantes. Se reducirá el tiempo y la distancia de estos esfuerzos, pero serán más numerosos.
Desde el punto de vista del entrenamiento, la preparación de los jugadores deberá asumir que los futbolistas serán cada vez deportistas velocistas. En ese sentido, los aspectos nutricionales y de recuperación serán cada vez más importantes. En cualquier caso, debemos destacar que el rendimiento técnico-táctico será cada vez importante. Habrá que jugador más rápido, pero con más precisión. El tiempo de juego se irá reduciendo progresivamente, hasta que el tiempo parado y el tiempo real sean similares. Será cada vez más un deporte intermitente. Creo que los 5 cambios han llegado para quedarse.
Más específicamente, ¿Hacía donde crees que tiende la preparación física en fútbol y que papel desarrollará el preparador dentro del cuerpo técnico?
Creo que cada vez más se diferenciará entre la preparación del jugador y la preparación del equipo. La primera atenderá a las necesidades de cada jugador, para evitar lesiones y mejorar la preparación para competir. Esta preparación será cada vez más desarrollada fuera del trabajo del equipo. Intuyo que los jugadores tendrán un equipo de trabajo propio (preparador físico, recuperador, fisioterapeuta, fisiólogo, etc.) que les ayudará a competir mejor y durante más años. La preparación del equipo en el césped se centrará fundamentalmente en el trabajo colectivo. Cada jugador será responsable de su propia preparación. Será un modelo bastante parecido a lo que sucede en el deporte profesional estadounidense.
¿Qué importancia tiene la comunicación dentro de un staff técnico?
Es algo muy relevante. Sabemos, por ejemplo, que existe relación entre el estilo de liderazgo y la incidencia de lesiones graves y la asistencia de los jugadores en el entrenamiento. Aquellos entrenadores que tienden a utilizar un estilo de liderazgo democrático/participativo parece que tienen una menor incidencia de lesiones graves en sus equipos. Además, la asistencia de los jugadores a las sesiones de entrenamiento fue mayor cuando los entrenadores animaron y reconocieron el esfuerzo de los miembros del cuerpo técnico, alentaron el pensamiento innovador, fomentaron la confianza y actuaron como modelos de comportamiento a seguir.
La llegada del mundo de los negocios al fútbol ha cambiado esta realidad. La foto de familia de equipos al iniciar la temporada permite descubrir que hay más personas de apoyo al rendimiento que jugadores. Y eso sin contar a todos los que no salen en la instantánea. Se ha profesionalizado enormemente la preparación de los futbolistas. Se tienen datos de casi todo. El primer entrenador de un club profesional no sólo debe tener buenas habilidades para gestionar el vestuario. También debe liderar con acierto un equipo de trabajo cada vez más numeroso. Y esto no es una cuestión menor. Imaginen que el análisis del rival, la prevención y recuperación de lesiones, el control de la carga de entrenamiento y competición, las pautas de alimentación o el diseño de las tareas no funcione de la mejor manera posible. No se gana ni se pierde por causalidad. Muchas pequeñas cosas deben hacerse bien para tener éxito. Y, a veces, ni así.
Creo que hay que prestar atención a formar un buen equipo de trabajo para prepararse lo mejor posible. Los entrenadores principales deberían considerar algunas ideas: (i) hay que escoger buenos colaboradores. Tienen que ayudar a tomar mejores decisiones. Las decisiones que se toman en grupo suelen funcionar mejor que las que se alcanzan de forma individual. (ii) Hay que tratarlos bien. Hay que respetar el trabajo de los demás. Si quieres que sumen, deben tener confianza para decir lo que piensan, aunque sea un punto de vista contrario al del entrenador. (iii)Hay que compartir el éxito con ellos cuando llegue… y las responsabilidades cuando vengan torcidas. (iv) A la hora de organizar el trabajo en grupo me gustan mucho las recomendaciones que lanza Pep Marí. ¿Quieres que tus colaboradores tengan claro su rol? Habla claro. Diles lo que esperas de ellos y como te gusta que se hagan las cosas. Que no haya lugar para la confusión o la duda. Hay que tener un lenguaje común. ¿Quieres que lo acepten? Conéctalo con sus necesidades. A todos nos gusta más hacer una tareas que otras. Cuando hacemos aquello que más nos atrae, las cosas suelen salir mejor. Mucho mejor. ¿Quieres que lo cumplan? Debes consensuar con ellos unos indicadores de cumplimiento. Cuando quieres tener el informe del equipo rival, qué quieres que te trasmita tu segundo entrenador, etc. (v) No hay que formar un equipo de trabajo demasiado grande. Cuando se llega a un club puede haber problemas para llevarse a todos los colaboradores. (vi) Hay que respetar el compromiso adquirido con los colaboradores. Si se firma por un club hay que contar con ellos si se puedes si hay problemas de pago, el entrenador debe liderar la negociación. (vii) Hay que generar un buen clima de trabajo. Todos damos más cuando estamos a gusto.
Cortita y al pie, ¿Microciclo Estructurado o Periodización Táctica?
Cuando se trabaja con personas creo que no hay respuestas que funcionen siempre. Lo que en un contexto determinado puede ser lo mejor, quizás no funcione en otra situación. Por encima de métodos o ejercicios, hay que poner al jugador con sus condiciones particulares. Se trata de mejorar el jugador. Y para eso hay varios caminos.
Escribes bastante sobre fútbol base ¿Qué crees que es fundamental a la hora de trabajar en este ámbito?
En primer lugar, tener claro que es muy difícil llegar a ser futbolista profesional. En la temporada 2016/2017 en España había más de 900 mil licencias deportivas de jugadores de fútbol y apenas hay apenas 400 fichas para jugar n Primera División. Y ahí cada vez más hay jugadores de otros países. Los números dicen que prácticamente sólo 1 de cada 2500 chicos puede llegar a jugar al más alto nivel. Hay que pensar sobre todo en los que o van a llegar, que son la inmensa mayoría. Además hay que insistir a los chicos, entrenadores y padres que llegar no depende sólo de uno mismo. Hay muchos factores que no se pueden controlar (suerte, lesiones, oportunidades, etc) que tienen mucha importancia.
En segundo lugar, creo que se trata de exigir sin presionar. No se puede pedir a los niños que ganen los partidos, sean el máximo goleador o el portero que recibe menos tantos. El oponente y la suerte también juegan. No se puede pedir lo que no depende tan sólo de uno mismo. Eso es presionar. Se trata mas bien de exigir. Exigimos cuando pedimos cosas que dependen tan sólo de nosotros. Me refiero al esfuerzo. Hay que entender muy bien la diferencia práctica entre estas dos ideas.
En tercer lugar, creo que el binomio intentar ganar y buscarla formación no es incompatible. Entrenar bien y desarrollar el talento de los jugadores es la mejor manera de acercarse al éxito. Se trata de mejorar a los niños. A todos. A los mejores y a los que no lo sean tanto. No hay mucho más
Siguiendo con este tema, ¿Qué problemas ves en la formación de los chicos y chicas actualmente y por donde pasarían las soluciones?
Se está copiando el modelo profesional para la formación. A los entrenadores hay que insistirles en que hay que exigir, sin presionar. A los padres, mostrarles con números las posibilidades reales que tiene sus hijos de llegar a ser profesionales. A los clubes, que hay poner el foco sobre todo en los que no van a llegar. Tienen que aprender lecciones para la vida mientras hacen deporte. Para todos ellos, para todos los que participan en el fútbol formativo, conviene ayudarles a limitar sus expectativas sobre lo que pueden conseguir del fútbol en términos de dinero, prestigio social, reconocimiento,…
Tres libros que recomendarías a cualquier entrenador.
Habilidades en el deporte de Joan Riera-
Aprender de los campeones de Pep Mari-
Valores educativos del deporte de Paco Seirul-lo. Es un capítulo del libro La enseñanza del deporte en la edad escolar, coordinado por Domingo Blázquez.