Enric Soriano trabaja actualmente en el staff técnico del Levante UD, en categoría sub-19. Ex analista en la UD Ibiza y entrenador formador en la cantera del Valencia CF, es un conocedor profundo de fútbol.
Su visión del aprendizaje del fútbol, más allá del puro entrenamiento se basa en entender el fútbol desde un concepto más pedagógico, dotando de las herramientas necesarias a los jugadores/as para que entiendan y perciban el juego como parte de ellos.
Hablamos con un entrenador precoz (comenzó a entrenar a los 17), con un estilo diferente de entender el entrenamiento de fútbol y qué nos cuenta, en esta entrevista, el otro lado del fútbol. El fútbol que se estudia.
Gracias a Enric por su tiempo.
Empecemos por el principio… ¿Cuáles son los orígenes de Enric Soriano y en que momento has sentido la inquietud por dedicarte al proceso de entrenamiento en fútbol?
El interés por el proceso entrenamiento y por la táctica, nace primero de todo, por no sentirme suficientemente bueno como para ser futbolista profesional, y afortunadamente me di cuenta bastante rápido. Por tanto pude empezara a leer y a escuchar charlas, con 14- 15 años, cuando me di cuenta de qué no iba a ser futbolista profesional.
Como jugador, jugue hasta juvenil de primero, ya pensando más en en el proceso entrenamiento y siendo un jugador, digamos, no muy cómodo de entrenar porque cuestionaba demasiadas cosas.
Estudié nivel uno, mientras estudiaba bachillerato y accedí a partir de ahí, al Valencia CF, a partir de las prácticas de este curso. Me quedé en el club y después he pasado por Levante CF, en categorías cadete y juvenil, y por el proyecto de David Villa donde estuvimos con el equipo infantil haciendo muchísimas cosas a nivel metodológico.
La verdad que fue un año de muchas pruebas, de muchos experimentos y de mucho aprendizajes, sin ningún tipo de duda.
Como últimas experiencias estuve como analista, en la UD Ibiza, en Segunda B, en el cuerpo técnico de Andrés Palop.
Actualmente trabajo como analista del juvenil del División de Honor del Levante CF.
¿Qué es lo más difícil para ti en cuanto al trato con el grupo? Y ¿Cómo crees de importante manejar un amplio abanico de capacidad de liderazgo en el entrenador?
Dentro de un grupo, lo más difícil es conseguir que todos perciban al cuerpo técnico como elementos de ayuda. Los jugadores son egoístas y siempre van a estar comparándose con el resto de compañeros en cuanto a las oportunidades que se les brinda. Conseguir que perciban, independientemente de los minutos que jueguen, que el cuerpo técnico está ahí para ayudarle, creo que es fundamental. A partir de ahí se construye liderazgo.
Eso tiene que ver con poner atención personalizada a cada uno de ellos, con estar siempre en disposición de ayudar y de ofrecerle los recursos que necesitan. Si conseguimos eso con el cuerpo técnico, es probable que nos sigan. A partir de ahí, hay mil aspectos dentro de la personalidad de cada uno con los que hay que lidiar.
Por eso hablamos de esa personalización del trato y de la atención, porque cada uno es de una manera y tenemos que saber cómo gestionar la relación con cada uno de los jugadores. Creo que eso es clave. Que perciban, que no les debes, entre comillas, nada, pese a que no les estás ofreciendo minutos. Creo que es fundamental, que jugadores que entran menos en los partidos o en las convocatorias, vean que te desvives por ellos, por hacerlos mejorar, por ayudarles. Creo que desde ahí se puede construir el liderazgo.
Uno de los de los aspectos, que creo que es importante recalcar, dentro del liderazgo de los entrenadores, es que muchas veces generamos dependencia en el jugador. Es decir intentamos construir nuestro liderazgo, en base a demostrar lo necesarios que somos los entrenadores para nuestros jugadores y nuestros equipos. Generamos dependencia. Eso creo que es uno de los de los mayores errores que podemos cometer.
Evidentemente vas a conseguir que te sigan, porque el jugador percibe que eres alguien, entre comillas, dueño de la verdad, pero realmente no le estás ayudando. Porque no le estás ofreciendo recursos que él va a utilizar de forma autónoma en el futuro. Está generando dependencia. Al final el liderazgo que buscamos tiene que ver con construir más líderes, es decir, que cualquier jugador puede asumir la responsabilidades que necesita el partido, que necesita el juego o que necesita una situación concreta.
Por tanto, creo que en esa capacidad de liderazgo del entrenador tiene que ver con ofrecer recursos, para eso evidentemente se necesita de un alto conocimiento de juego, y de no generar dependencia. Conseguir jugadores autónomos que sean capaces de asumir responsabilidades y liderar cuando el juego y el proceso que queramos, lo requiera. Eso creo que es que es fundamental.
Intentamos construir nuestro liderazgo, en base a demostrar lo necesarios que somos los entrenadores para nuestros jugadores y nuestros equipos. Generamos dependencia. Eso creo que sea uno de los de los mayores errores que podemos cometer.
¿Crees en el desarrollo del jugador como persona integral como forma de desarrollo del equipo?
Evidentemente el desarrollo integral de los jugadores tiene un impacto altísimo en el desarrollo del equipo. Por una cuestión muy sencilla: La calidad del equipo, depende de la calidad de los de las personas que lo componen.
A partir de ahí, si somos capaces de evolucionar y crecer, a todos los niveles y no solo a nivel futbolístico, vamos a ser capaces de construir equipos. Un equipo no solo se relaciona dentro del juego. Un equipo se relaciona en muchos más contextos y tenemos que ser, o intentar ser, los mejores en cada uno de esos contextos: los mejores cuando estemos en una concentración en un hotel; de los mejores cuando estemos en el vestuario; los mejores cuando estemos calentando y los mejores cuando estemos en cualquier situación. Por tanto el desarrollo integral de los jugadores resulta fundamental, porque al final, vamos a conseguir mejores personas y a partir de ahí vamos a poder conseguir mejores equipos.
Además, es evidente, que las capacidades o las competencias que adquieran los jugadores a cualquiera de los niveles, pueden verse reflejados a posteriori en el juego. Si es un jugadores es inteligente, evidentemente, hay una inteligencia futbolística, pero podemos conseguir desarrollar a los futbolistas a partir de otras inteligencias. Si el jugador es inteligente a nivel social, seguramente nos va ayudar también al desarrollo del equipo o a su propio desarrollo. Es decir ese desarrollo integral del jugador, creo que es muy importante.
El desarrollo integral de los jugadores resulta fundamental, porque al final vamos a conseguir mejores personas y a partir de ahí vamos a poder conseguir mejores equipos.
Siguiendo un poco las leyes de la potencia prospectiva ¿Cómo de importante crees que es la creación de consciencia de situaciones de juego a un jugador en su aprendizaje. Y ¿Qué herramienta o herramientas utilizarías para la creación de esa consciencia en el día a día?
Primero de todo creo que es importante que entendamos que es la potencia prospectiva. Es un concepto que Paco Seirul-lo ha introducido en el fútbol. Es la capacidad que tiene un jugador de resolver muchos problemas de juego y de encontrar muchas soluciones diferentes a un problema de juego. Por tanto, lo podríamos comparar con un árbol con distintas ramificaciones.
La primera ramificación de ese árbol, tendría que ver con el número de problemas que es capaz de resolver y la segunda ramificación habría que ver con el número de soluciones que es capaz de encontrar a cada uno de sus problemas. Pero esto es muy complejo ¿Por qué? Porque la solución que te sirve para un problema, si tú lo haces consciente igual te sirve para otros tres problemas. Entonces, ese conseguir hacer consciente al jugador de las conductas de juego que lleva a cabo, nos va a permitir que sus recursos sean mayores y que disponga de más soluciones a más problemas.
Tenemos que entender cómo consiguen los jugadores esas soluciones. Muchas veces las consiguen de forma construida, en base a algo que se ha entrenado o algo que se les ha mostrado y que ellos han adquirido. Otras suceden de forma espontánea, en base a que el jugador está metido en el juego y juega. No piensa en el jugar, está jugando. Ese ciclo de percepción- decisión- ejecución, yo creo que está obsoleto. Al final el jugador, está percibiendo y actuando de forma continua. La bibliografía, ya habla de ese ciclo de percepción- acción. Entonces, el jugador cuando está inmerso en el juego, encuentra soluciones, muchas de ellas de forma espontánea. ¿En base a que? En base a su interacción con el contexto.
¿Qué pasa con estas soluciones espontáneas? Que si las circunstancias de ese contexto, no coinciden, esas conductas no se repiten. Pueden ser conductas muy exitosas. Y pueden ser conductas que podemos aplicar a otros problemas de juego. Ahí tenemos que estar los entrenadores para observarlo, para mostrárselo y compartirlo con el jugador y convertirlo en consciente.
Todo esto, tiene que ver con que el jugador reconozca que ha hecho, porque esas soluciones espontanea- intuitiva, el jugador realmente no sabe lo que ha hecho. Él actúa, pero no hay nada más detrás. Hay que conseguir que el jugador perciba las variables más importantes de determinado movimiento, determinado concepto. Que entienda cuando o en base a que, ese concepto puede conseguir ventajas para él o para el equipo. A partir de ahí, hay que intentar convertir ese comportamiento en algo consciente.
Cuando el jugador entiende el porqué, reconoce los conceptos, y de alguna manera esa conducta la ha convertido en consciente, es más probable que se repita. ¿Por qué? Por lo que hemos dicho anteriormente de las soluciones espontáneas. Estas soluciones espontáneas emergen de la interacción de tres tipos de constreñimientos: Los constreñimientos de la tarea, los constreñimientos del entorno y los constreñimientos del jugador, que tiene que ver con sus capacidades, el nivel de fatiga y demás ¿Qué sucede? Que si estos constreñimientos no coinciden, ese comportamiento emergente no se repite.
Si lo convertimos en consciente, hacemos que los constreñimientos del jugador, sus propios recursos, sus capacidades, se impongan sobre los otros dos tipos de constreñimiento. Por tanto, esos comportamientos se van a poder manifestar, ya no bajo unas circunstancias tan concretas, sino en contextos de juego parecidos, pero no necesitaremos que el contexto sea tan concreto.
Se trata de conseguir, a partir de hacer consciente al jugador, que los constreñimiento del jugador, sus propias capacidades y recursos, se impongan sobre el contexto. Que él se convierta en transformador del contexto y ya partir de ahí esa solución, evidentemente, se va a poder aplicar a más problemas del juego. Ahí estamos desarrollando esa potencia prospectiva.
En cuanto a las herramientas que podemos utilizar. Evidentemente el vídeo resulta fundamental. Pero el vídeo, entendido como algo con el que llegamos a un nivel de detalle muy alto. Para percibir y registrar todas las situaciones micro y poder compartirlas con el jugador. Que hay un movimiento muy concreto que haya realizado el jugador de forma espontánea y que realmente no sepa el porqué, ni lo que conlleva ese comportamiento y se lo podamos mostrar. Podemos reflexionar sobre él, y que él lo incorpore y que en el entrenamiento evidentemente lo busque.
Muchas veces creo que nos volvemos locos con las reglas de provocación que metemos en las tarea para conseguir la manifestación de determinados comportamientos. Muchas veces es mejor pedirle al jugador que intente hacer un comportamiento determinadocuando él lo perciba, porque eso va a emerger de forma natural. Cuando estamos metiendo muchas reglas de provocación, estamos forzando las conductas y no queremos forzarlas.
Para convertir en conscientes estas conductas, creo que es un proceso adecuado. Registrarlo en vídeo, mostrárselo al jugador, compartirlo y reflexionar fuera del campo sobre eso con el jugador y posteriormente pedirle en el entrenamiento que lo que lo lleve a cabo. Sabiendo evidentemente, lo que conlleva las consecuencias de los comportamientos. Porque ya ha habido una reunión previa, donde se ha visto y se ha reflexionado sobre sobre ese tipo de comportamiento.
¿Cómo es la tarea de observación/análisis de un entrenador de fútbol?
La tarea de observación- análisis, es fundamental dentro de un entrenador o de un cuerpo técnico. Al final, es lo que nos va a permitir evaluar instantaneamente a nuestros jugadores. Disponer de una cantidad de recursos que ofrecerles continuamente. Para eso tenemos que llegar a un nivel de detalle en el análisis muy alto. Analizar el propio equipo, hablar de los cuatro momentos de juego y hablar de de tres matices que tienen que ver con el plan de partido, pues hombre, estás analizando tu equipo, sí, pero seguramente no vas a conseguir que tus jugadores mejoren a partir del vídeo.
Creo que el reto está en conseguir que el vídeo sea una una herramienta de aprendizaje. Una herramienta de adquisición conductas. Para ello necesitamos llegar a un nivel de detalle muy alto. Por tanto, el análisis que hacemos no solo del rival, aquí más hablando del análisis propio, tiene que ver con eso. Si jugamos un partido, evidentemente vamos a analizar de cara hacer un video de refuerzo, corrigiendo nuestro equipo por ejemplo, pero tenemos que ser capaces de registrar comportamientos micro que podamos compartir con nuestros jugadores para ese desarrollo individual. Si no lo hacemos, evidentemente, no estamos explotando o exprimiendo esta tarea de observación.
Luego creo que es importante entender que la observación, que realiza un entredor o un cuerpo técnico, va más allá. Tenemos que ver fútbol para sacar ideas para, entre comillas, robar ideas de otros equipos.
A veces pueden ser tus propios rivales y a veces puede ser en el fútbol de otras ligas o de otras competiciones. Un entrador de fútbol base tiene que ver fútbol de primera división, de Premier League, de Champions League, con el objetivo de sacar ideas. Pero sacar ideas desde una reflexión profunda, no para copiar la moda de cada de cada día. Sino para analizar de qué manera un equipo está haciendo daño al otro y si nosotros somos capaces de aplicarlo por el perfil de jugadores que tenemos o por lo que sea.
Evidentemente, la observación de los rivales es algo que todos tenemos en cuenta. La observación del equipo propio creo que tiene que ser muy profunda y llegando a un nivel de detalle muy alto. Exprimir todo lo que un partido nos ofrece para conseguir que el video sea una herramienta de aprendizaje y que podamos ofrecer recursos a nuestros jugadores desde ahí. Y luego ver fútbol, para sacar ideas, para reconocer tendencias y para poder conseguir que tu equipo haga cosas que a priori no está haciendo.
¿En qué momento y con qué frecuencia trabajas la capacidad perceptiva de los jugadores a través de la comunicación táctica ?
La comunicación táctica como una herramienta que facilita la capacidad perceptiva del jugador, es algo que estamos utilizando constantemente.
Esto es muy sencillo. Vemos con ideas. No vemos con los ojos. Si tú no sabes que es el concepto tercer hombre, tú estarás viendo la tele, habrá una secuencia de tercer hombre, y no serás capaz de verla, de reconocerla. Vemos con ideas.
Por tanto, creo que como entrenadores tenemos que desarrollar esa comunicación táctica para ayudar a nuestros jugadores. Dar nombre a cualquier comportamiento de juego, para desde ahí, compartirlo con ese jugador y que el jugador lo perciba mientras está jugando. Es importante esto. Que lo percibe mientras está jugando. No que lo perciba en vídeo. No estamos entrenando a nuestros jugadores para que vean un partido por la tele y sepan todo lo que están pasando. Donde tienen que reconocer las situaciones es jugando.
Para eso necesitamos dar nombre a las cosas. Entonces en nuestra comunicación siempre se está llevando a cabo. Se lleva a cabo fundamentalmente, en los mensajes que los entrenadores damos durante las tareas. Como llamamos a las cosas. Entendiendo, evidentemente, que esto es un proceso.
La primera vez, si tú das nombre a un concepto determinado, tú no puedes llegar el primer día de entrenamiento y de ahí hablar en esos términos, porque el jugador no los conoce. El jugador tiene un bagaje X , ha estado con X entrenadores y habla como habla. Y reconoce las situaciones que reconoce. E igual reconoce situaciones que tú no reconoces. Esto va a pasar cuando llegas un equipo y los jugadores no reconocen situaciones, y tú aprendes y extraes esos conceptos que ellos utilizan para utilizarlos ¿Por qué? Porque ellos tiene un bagaje también anterior y te pueden ofrecer ese tipo de de conceptos o de ayudas.
La comunicación táctica la desarrollamos para eso. Es fundamental cada uno de los mensajes del entrenador, como vamos comunicando. Pero que esa comunicación, o esa forma de intervenir en las tareas, es algo que no es lineal, no podemos empezar a hablar de la primera. Es una combinación que va evolucionando. Primero compartiendo conceptos.
La segunda vez que emerja, los jugadores, no van a ser capaces de reconocerlo. Por tanto ese proceso va evolucionando, y hay jugadores que lo entenderán a la primera y otros que necesitarán a verlo más veces o vivirlo más veces para reconocerlo.
Pero lo dicho, en cada uno de nuestros mensajes estamos comunicando algo y cada uno los conceptos que utilizamos, está vinculado con un contexto o con un concepto de conducta de juego. Desde ahí lo que queremos es que los jugadores reconozcan situaciones, identifiquen que esta pasando, mientras están jugando. Porque es ahí donde van a construir u obtener las ventajas.
¿Cuáles son los elementos más importantes, a los que el jugador no tiene acceso de forma autónoma/ según tu opinión ( y experiencia de campo) y no es capaz de percibir ni resolver por si solo?
Esta pregunta está muy relacionada con algo que ya habíamos comentado anteriormente. El jugador, muchas de las conductas de juego que manifiesta, mucho de las soluciones que encuentra, las encuentra de forma espontánea. Y las encuentra en base a cómo interactúa él con el contexto de juego. Eso es bajo unas circunstancias muy concretas. Por tanto, si esas circunstancias cambian, su comportamiento emergente cambia.
Tenemos que ser muy conscientes de eso, de que hay muchas soluciones que un jugador manifiesta. Realmente tienen que ver más con el contexto de juego que con nuestro jugador. Tenemos que conseguir que ese jugador imponga sobre el contexto. Que tenga un impacto mayor. Que se convierta en transformador de ese propio contexto, para que, esas conductas se manifiesten con más frecuencia.
Primero de todo, hay soluciones de juego que encuentran los jugadores, que de alguna manera no les pertenecen. Y digo que no les pertenecen porque no la han convertido en hábito y no son capaces de manifestarla de forma frecuente. La han manifestado, bajo unas circunstancias muy concretas del contexto. Esas soluciones espontáneas, que consigue nuestros jugadores, y que consiguen también jugadores de élite, tenemos que analizarlas. Tenemos que ver qué ventajas se obtienen a partir de determinadas conductas, para a partir de ahí, compartirlas con otros jugadores.
Esto es muy frecuente verlo en élite. Movimientos de los delanteros ¿Cuántos movimientos hace Luis Suárez de forma intuitiva y que tienen éxito? Muchísimos. Si tú te pones hablar con Luis Suárez, sobre movimientos de los nueves, no sé cuál puede ser su conocimiento declarativo para hacerte una tesis doctoral de «cómo se tiene que mover un nueve’’. Pero si tú te pones a analizar sus goles, seguramente vas a ser capaz de identificar determinadas tendencias y de reflexionar sobre determinados movimientos y pensar qué ventajas hay detrás de cada uno de los movimientos. Cuando tú has hecho esa labor de análisis la puedes compartir con tus jugadores, para que ellos intenten manifestar o reproducir esos movimientos, siendo conscientes de que hay detrás de sus movimientos.
Lo mismo pasa con el jugador que ha manifestado por primera vez determinada conducta. Son conductas intuitivas, que emergen de forma espontánea, en base a una interacción muy concreta con un contexto, bajo una circunstancias muy concretas y que si esa circunstancia, en ese contexto, no se repite, ese comportamiento no se repite. Tenemos que convertirlo en un hábito. Para eso necesitamos que el jugador, se imponga sobre el contexto y que se convierta en transformador del contexto. Para ello necesitamos este tipo de recursos.
Evidentemente, el conocimiento del juego que tenga el entrenador, resulta clave. Porque sin ese conocimiento, no se es capaz de reconocer tantos detalles, ni de detectar las consecuencias, las ventajas o los desajustes que emergen a partir de esas conductas. Por tanto ese conocimiento del entrenador resulta clave.
Luego hay otras soluciones, menos frecuentes que las anteriores, que de forma natural no emergen. Que emergen solo de forma construida. Son pocas, pero existen. Yo creo que un jugador lo puedes tener cinco horas defendiendo paredes, que si no le explicas cómo defender paredes, no va a saber defenderlas. Esas conductas, tenemos que ser capaces de enseñarlas.
Basicamente, hay tres niveles de soluciones. Hay soluciones que el jugador encuentra de forma autónoma y que es capaz de repetir. Hay otras que el jugador encuentra de forma espontánea y que necesita al entrenador para convertirla en hábito y repetirla con más frecuencia. Y hay otras que el jugador no puede encontrar, de forma natural y que es el entrenador el que se las tiene que ofrecer.
El entrenador, sobre todo, tiene peso reforzar esas primeras, las que hace bien el jugador y el jugador también lo sabe, y reforzarlas. Por otro lado, ser capaz de mostrar las que el jugador encuentra en forma espontánea y enseñar las qué no puedo encontrar de forma de forma natural.
¿Cuáles son los profesionales o profesiones que consideras que deberían de haber en un equipo multidisciplinar en el apartado táctico? Describe tu situación ideal, sin tener en cuenta el apartado económico aunque sea irreal hoy en día.
Primero de todo creo que en el fútbol no se necesitan equipos multidisciplinares. Se necesitan equipos interdisciplinares. Esto no va de de dividir tareas y que cada uno se se ocupe de su parcela. Esto va de funcionar como cuerpo técnico, de ser un todo como cuerpo técnico y todos ser capaz de ayudar al futbolista a varios niveles.
Evidentemente, va a haber especialistas. Va a haber gente que domine más de unas materias y menos de otra. Es evidente. Pero tenemos que intentar crecer como cuerpo técnico. No puede ser, que por el hecho de que yo no soy entrenador de porteros, yo no sea capaz de ofrecer un recurso a un portero. Y no puede ser, que porque yo no sea preparador físico, pues no pueda ayudar a determinados niveles que tengan que ver con la condición física. Necesitamos un equipo interdisciplinar, donde todos somos capaces de ayudar en todo y sobre todo que no dividamos tareas, sino que funcionemos como grupo. Que prácticamente todas las opiniones sean compartidas , y que como cuerpo técnico finalmente, seamos un todo.
Eso creo que es el objetivo y a partir de ahí ofrecer todos los recursos que podamos. Porque creo que el fútbol no hay nada más importante que otra cosa. Todo es importante. Cualquier detalle te puede hacer ganar un partido. Dentro un cuerpo técnico tenemos que ser capaces de ser los mejores a todos los niveles. Evidentemente considero que bueno, por las figuras de entrenar de porteros, preparador físico, readaptador, fisios, entrenador, segundo entrenador, son importantes. Son las que actualmente más existen.
El tema de los analistas, creo que no es bueno, o lo ideal sería disponer de un grupo de analista, donde se pueda llegar a un nivel de detalle alto. Creo que equipos con un solo analista, es difícil que lleguen a un nivel de detalle alto y consigan que el análisis propio se convierta en algo que ofrezca recursos a tus propios jugadores para aprender, para conseguir o para describir determinados con conductas. Creo que si el objetivo es llegar a un nivel de detalle alto, se necesitan muchos recursos ahí.
Y luego evidentemente, podríamos hablar de psicólogos o de cualquier tipo de parcela, creo que cualquier cosa puede ser importante. Cualquier tipo de detalle te puedo hacer ganar partidos. A partir de ahí, si cualquier elemento de ese cuerpo técnico es capaz de ayudar en términos futbolísticos, mejor. Si un fisio es capaz de ayudar a alguien a X nivel, si un delegado es capaz de hacer labores de análisis de balón parado; sin utillero es capaz de ayudar, al final yo creo que el equipo puede puede funcionar mucho mejor.
¿Hacia donde crees que va a evolucionar el aspecto táctico- técnico en un equipo y en el futbolista en el futuro?
Creo que el juega el jugador está evolucionando en la misma dirección y esa dirección tiene que ver con dominar todo. Necesitamos jugadores. como hemos dicho, que desarrollen esa potencia prospectiva. Que sean capaces de resolver el mayor número de problemas posibles y que sean capaces de encontrar el mayor número de soluciones posible a cada uno de sus problemas. Si ese bagaje es lo más amplio posible, ese jugador dispondrá de un mayor número de recursos que le permitirán competir a mayor nivel.
Como equipo lo mismo. Necesitamos ser capaces de afrontar cualquier tipo de contexto y necesitamos ser capaces de generar cualquier tipo de contexto de juego. Eso tiene que ver con con esa mutabilidad. Nuestra identidad debe ser camaleónica. Que no haya unos patrones fáciles de reconocer por el rival. Eso no nos interesa. El rival no tiene que reconocernos. Tenemos que reconocernos nosotros. La clave está ahí. En ser difíciles de reconocer por el resto y reconocernos nosotros jugando. Eso es lo que necesita un equipo. Para ello tiene que dominar, creo, no solo todo a nivel de ciclo juego, es decir cualquier situación de juego debe dominarla. Evidentemente por el perfil de jugadores, unas situaciones emergerán con mayor frecuencia que otras. Daremos prioridad a unas situaciones sobre otras porque vamos a tener más éxito, pero eso no nos exime de trabajarlas o no.
Es decir, que yo tenga un equipo qué es capaz de salir en corto siempre, no implica que no vaya a trabajar nunca el juego directo. Tienes que disponer de esa solución, porque el juego te la puede pedir. Y como el juego te puede pedir cualquier cosa, tú necesitas tener una respuesta ante cualquier pregunta que él juego te puede hacer. Eso tiene que ver con trabajar evidentemente, y con ofrecer recursos a nuestros jugadores y nuestros equipos.
Los entrenadores que no dispongan de un conocimiento profundo del juego no serán capaces de conseguir este perfil de equipo y este perfil de jugador. Equipos como camaleónicos. Equipos que no sean fáciles de reconocer por el rival. Un equipo que tiene una identidad al final la percibe cualquiera. A mí eso no me interesa. A mí lo que me interesa no es que nos reconozcan. Es reconocernos. Que nuestros jugadores sean capaces de interpretar las situaciones de juego de la misma manera de forma conjunta y coordinada. Porque hemos entrenado determinada manera, como para identificar esas cosas. Eso tiene que ver no solo con el ciclo el juego, tiene que ver también con estructuras. Tenemos que ser capaces de dominar varias estructuras, porque el juego te las puede pedir. Porque los sistemas de juego te predisponen a conseguir unas ventajas y permitir otras al rival, y por tanto en función de las necesidades, vamos a tener que cambiar estructuras para sacar más ventajas.
Hemos de ser capaces también de ofrecer más recursos a cada una de las estructuras, a cada uno los sistemas. Nuestro 4-3–3 debe disponer de distintos movimientos, de distintas variantes, para, adaptarse a distintas estructuras rivales. No es lo mismo un 4- 3- 3 contra un 4- 4- 2 , que contra un 4- 2- 3- 1, o contra un rombo o contra un 3- 5- 2.
Tenemos que ser capaces de dar variabilidad a cada una esas estructuras. Creo que el juego va en esa dirección. En la dirección de que los jugadores deben disponer del mayor número de recursos posibles y los equipos también. Para ello los entrenadores que dispongan un conocimiento profundo del juego y que sean capaces de transmitir de forma adecuada en el entrenamiento y con otros recursos, como puedan ser vídeo y demás, podrán marcar la diferencia es de ahí.
Para terminar …¿Que tres libros recomendarías para desarrollarse a un entrenador? No tiene porque ser libros específicos de fútbol únicamente.
Bueno, tres de los últimos libros que leído y que me han me han gustado:
‘’El juego interior del tenis’’ de Timothy Gallwey, que va sobre sobre aprender a competir, sobre aprender a fluir bajo el estrés de la competición, evitando sabotearse uno mismo con cualquier tipo de pensamientos.
Otro es ‘’Esquivar la mediocridad’’de Xavier Marcet, que habla de creatividad e innovación en el mundo de la empresa. Su visión del managment, me gusta mucho porque me parece muy cercana a la realidad. Muy pragmática. Alejada de cualquier tipo de superficialidad y me parece un libro muy interesante para leer.
Otro que me ha gustado mucho que leí hace un tiempo es ‘Elementi di tattica calcistica’’ de Franco Ferrari. El volumen uno, que va sobre fase defensiva. Es un un libro, sobre conceptos defensivos, está en italiano. Me gustó bastante. Me lo recomendó Dani Fernández y me parece un libro del que se pueden extraer muchas ideas qué aquí en España no se habla de ellas. Y bueno pues, para aprender cosas sobre cómo se mueve una línea defensiva o situaciones de balón cubierto- descubierto, conceptos defensivos que en Italia están muy controlados y aquí en España no los tenemos tan claros, y me parece un libro muy bueno.