La técnica SMART es mundialmente conocida para la fijación y consecución de metas y objetivos
Establecer los objetivos de forma adecuada sirve para aclarar las ideas y para facilitar la elección del método para conseguirlos.
Muchos intercambios de información fracasan porque uno de los interlocutores no sabe exactamente lo que quiere hacer y, obviamente, esto va a dificultar la consecución de las metas establecidas. Llevado al mundo del futbol, muchos de los equipos fracasan en sus objetivos porque ni el mismo entrenador tiene claro cuales son.
Por ejemplo, en el caso en el que un entrenador quiera pedir un aumento de la presión a sus futbolistas, en principio tiene muy claro el objetivo, pero si se analiza más detenidamente no es exactamente así.
Es decir, ¿qué tipo de presión quiere exactamente? Alta, en medio campo etc., ¿Que jugador es el encargado de marcar la presión inicialmente? Etc. Son muchos detalles los que han quedado sin especificar.
Por eso, para que los objetivos sean eficaces, deben ser INTELIGENTES, SMART en inglés:
La técnica SMART se compone de:
La relación que se establece entre estas características puede indicar la forma de considerar los objetivos.
La técnica SMART sirve para alcanzar los logros basándose en un buen establecimiento de objetivos.
Specific (específico)
Los objetivos que se propongan no deben ser generales, por ejemplo, conseguir ganar el campeonato. Cuando la planificación se basa en objetivos generales la consecución de dichos objetivos se complica, puesto que esa finalidad se divide en una serie de pasos que a medida que se vayan consiguiendo se logra el objetivo general.
Por eso es mucho más adecuado que los objetivos sean específicos, para facilitar el plan de acción que conlleva a su consecución.
Por tanto, el objetivo general debe traducirse en otros más específicos, por ejemplo, en lugar de conseguir el campeonato los objetivos se dividirían en acciones para lograr ese estado; tales como conocer las cualidades y los defectos de los rivales, mejorar el nivel táctico del equipo, gestionar el estrés en el futbolista, etc.
El objetivo será específico pero no en exceso. Debe ser algo flexible porque puede que tenga que cumplir un requisito o cumplir con una serie de condiciones antes de ser considerado como el objetivo final.
Cuestiones clave.
Que es lo que se quiere conseguir?
Se puede resumir en una frase?
Si existen varios objetivos. Puede ordenarlos según su prioridad ?
Measurable (cuantificable)
Un objetivo debe ser medible según la técnica SMART, si no lo es no va a servir de nada, puesto que es totalmente necesario poder cuantificarlo para saber si se ha conseguido o no lo que se ha propuesto al equipo.
Achievable (alcanzable)
Es una de las etapas más importantes en el establecimiento de un objetivo según SMART
El que un objetivo se considere como alcanzable depende de cómo se ha definido realmente.
Por ejemplo si se decide pedir que nuestro equipo de segunda división se clasifique para la liga de campeones en un año puede que sea prácticamente imposible que se logre.
Plantearse objetivos que están lejos de nuestro alcance no beneficia a la planificación, sino que la perjudica. Es importante no perder de vista la idea de que la función de un objetivo es facilitar el alcance de una meta no dificultarlo ni impedirlo.
Realistic (realista)
Otro de los requisitos de un objetivo eficaz es que sea realista. No es recomendable programar objetivos inalcanzables, pero esto no quiere decir que no se puedan plantear retos o aspirar a tener algo más, pero siempre se debe garantizar que la consecución del objetivo es posible.
Ser poco realista en la programación de objetivos conlleva a que el equipo o la persona se pueda llegar a sentir desmotivada e incluso fracasada. Un objetivo debe ser lo suficientemente motivador como para empujar al equipo hacia su logro.
Las preguntas adecuadas que se deben cuestionar en SMART son, entre otras:
- Podría conseguirlo?
- Como pueden considerar mi petición?
- Es razonable?
Timed (de una duración calculada)
El objetivo debe ser alcanzado en un máximo de tiempo para no alargar la situación y dejar que éste se convierta en un objetivo eterno.
Postergar demasiado un objetivo baja la motivación de las personas y se corre el riesgo de que no se llegue a conseguir nunca.
Además el hecho de tener una duración calculada ayuda a la planificación y a la gestión de los elementos que haya que cambiar para lograr el objetivo